lunes, 4 de enero de 2010

Las mil vueltas de la Ley General Audiovisual

El eterno periplo de la nueva Ley General Audiovisual parece llegar a su fin. Retrasada en infinidad de ocasiones, por diversos motivos, el próximo 7 de enero entrará en el Senado para su posible aprobación. Tantos retrasos se deben a la cantidad de legislaciones polémicas que introduce la nueva directiva. Y es que muchas de sus directrices afectan a diversos sectores, y por supuesto, todos quieren salir airosos de la nueva etapa que les tocará vivir.

En primer lugar, esta ley no complementa a la anterior, sino que la deroga en su totalidad e impone nuevas normas, así que todos los sectores afectados se encuentran expectantes sobre su futuro. Los principales puntos que introduce la LGA son los siguientes: La creación del Consejo Audiovisual, la Televisión Digital Terrestre y su variante de pago, TVE sin publicidad, la liberación del sector audiovisual y algunas modificaciones sobre acciones publicitarias.

La irregular trayectoria burocrática y sus numerosos retrasos han provocado que el Gobierno tenga que aprobar por Decreto Ley algunos de los puntos que se recogían en el borrador de la LGA. Como la aprobación de la TDT de pago, o la liberación del sector. Éste último permite la fusión de los operadores de televisión, mientras no superen el 27% de la audiencia total, restricción establecida para evitar la unión de Antena 3 y Telecinco. Sin duda, la medida ya aprobada será uno de los factores que transformará el sector audiovisual en este 2010. Telecinco ya ha confirmado la compra de Cuatro, obligando al Grupo Antena 3 a realizar una operación de holding audiovisual parecida con La Sexta si quiere seguir compitiendo en el mercado televisivo.

La eliminación de la publicidad en TVE en 2010 ha sido otro de los puntos polémicos ya que esto incluye un agravante para las cadenas privadas en abierto de un 5% del total facturado por la publicidad y un 3% para las temáticas de pago. La medida incluye a los operadores de telefonía, los cuales siempre han argumentado estar fuera de este mercado y de no entender el motivo de su inclusión en esta medida.

La Ley General Audiovisual recoge el nuevo sistema de ver televisión, y fecha como el 3 de abril el cese de las emisiones analógicas. La TDT de pago se aprobó de manera repentina por el Gobierno, con acusaciones de favoritismos empresariales. Provocando un desconcierto sobre el sector, ya que no había decodificadores específicos en el mercado. Lo cierto es que tras más de medio año, sólo hay un canal de pago dentro de este sistema con 150.000 abonados.

El consejo regulador audiovisual que propone el Gobierno, similar al de Cataluña, se encuentra en pañales. Los operadores miran con recelo, sospechando que sea un organismo sancionador, que regule de forma severa los contenidos emitidos, por eso se apuesta por el autocontrol, aunque a veces sea incumplido.

Y por último, el polémico punto de la publicidad. La nueva ley parecía permitir la inclusión de 29 minutos por publicidad en hora en televisión. Muchos anunciantes y espectadores han puesto el grito en el cielo sobre esta medida creando plataformas de quejas hacia el Gobierno. Lo cierto es que el cómputo de 29 minutos no era del todo cierto… (Pero este es otro tema). En los últimos días, una enmienda ha reducido este cómputo a 14, lo que parece contentar a todos los contrarios.

Todos estos puntos tratados más otros muchos estarán incluidos en la LGA cuando sea aprobada, pero puede que con algunos cambios sustanciales. Lo cierto es que cuando sea efectiva, el mercado audiovisual se transformará y será totalmente distinto al que conocemos, aunque ya está cambiando a pasos de gigante.

1 comentario:

  1. El asunto de la propiedad es francamente polémico.

    Solo 4 megaempresas haciendo TV.

    Y además, creo que solo tienen que observar no superar el 27% de la audiencia en el momento de la fusión: si después sobrepasan esta cifra no pasa absolutamente nada. Con lo cual, el número de operadores de TV se reduce aún más.

    En cuanto al nuevo Consejo Audiovisual, la empresas "informativas" solo podrán zafarse de él si la voluntad política así lo quiere. El Consejo obliga a cumplir los códigos de autorregulación así que, si éste va en serio, va a poner a todas en su sitio.

    El asunto de la publicidad lo dejo para el siguiente post =)

    Finalmente, quiero felicitar a Juan por este artículo, tremendamente útil.

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